La baguette es uno de los símbolos más reconocidos de Francia y su cultura. Esta pieza de pan característica, larga y delgada, ha sido un elemento básico en la mesa francesa durante más de un siglo. En este artículo, te llevaré en un viaje a través de la historia de la baguette en Francia.
Orígenes de la baguette
La baguette como la conocemos hoy en día se originó en la década de 1920. Antes de eso, las personas compraban sus panes en formas redondas o alargadas, pero no en la forma que ahora conocemos. Se dice que la inspiración para la baguette vino de Viena, donde el pan tradicional era largo y delgado. Sin embargo, la versión francesa tenía una textura más crujiente y una corteza más dura.
En la década de 1960, la baguette comenzó a convertirse en un elemento básico en la dieta francesa. Algunos incluso dicen que la popularidad de la baguette desplazó al pan redondo tradicional. Hoy en día, la baguette se considera un alimento básico en la mesa francesa y se consume a diario.
El proceso de elaboración de la baguette
El proceso de elaboración de la baguette es una habilidad que se ha transmitido de generación en generación. La receta es simple: harina, agua, levadura y sal. Sin embargo, el secreto de una buena baguette está en el proceso de amasado y horneado.
Primero, se mezcla la harina con agua tibia y levadura. Una vez que la masa ha subido y se ha vuelto esponjosa, se amasa vigorosamente para desarrollar el gluten en la masa. Luego, se deja reposar durante al menos una hora antes de darle forma a la baguette.
Una vez que se ha dado forma a la baguette, se deja reposar por un tiempo adicional antes de ser horneada.
Barra
Española
El horno debe estar muy caliente (alrededor de 250°C) para lograr la textura crujiente de la corteza y la suavidad del pan en su interior. La baguette se cuece en unos 20-30 minutos, dependiendo del tamaño.
August 14, 2023
La importancia cultural de la baguette
La baguette es más que simplemente un alimento básico en la mesa francesa, es un símbolo de la cultura francesa. El acto de ir a la panadería cada mañana para comprar una baguette fresca es una tradición arraigada en la vida diaria de los franceses.
Incluso hay concursos nacionales en Francia para encontrar la mejor baguette del país. Los jueces evalúan todo, desde la apariencia y la textura hasta el sabor y la fragancia. El ganador recibe prestigio y una gran cantidad de reconocimiento en todo el país.
La baguette también ha desempeñado un papel importante en la historia francesa. Durante la Segunda Guerra Mundial, la baguette se convirtió en un símbolo de resistencia contra la ocupación alemana. Los franceses hacían cola todos los días para comprar su baguette, incluso cuando la comida era escasa y racionada.
Hoy en día, la baguette sigue siendo una parte integral de la vida francesa. Es un símbolo de la cultura y el patrimonio francés y se puede encontrar en todas partes, desde los hogares hasta los restaurantes más elegantes.
(Se dice que un panadero se gradúa cuando forma una buena baguette)
Conclusión
La baguette es más que simplemente un tipo de pan, es un símbolo de la cultura francesa. Con una historia que se remonta a la década de 1920, la baguette ha desempeñado un papel importante en la vida diaria y en la historia de Francia. Aunque su origen exacto sigue siendo incierto, lo que es innegable es que la baguette seguirá siendo un elemento básico en la mesa francesa durante muchos años por venir.
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